lunes, 28 de junio de 2010

EL FOTOMONTAJE: PEDAZOS DE LA REALIDAD

1. DEFINICIÓN

El fotomontaje es la técnica fotográfica que forma la composición de una sola imagen a partir de la reunión de dos o más fotografías. Se tiende a definir como los procedimientos fotográficos (tradicionales y digitales) más que el hecho de recortar y volver a ensamblar fotografías, como se hacía en los primeros fotomontajes artísticos creados por los dadaístas berlineses.


2. CONTEXTO HISTÓRICO

El arte del fotomontaje empezó en Europa justo después de la Primera Guerra Mundial. El término fotomontaje se inventó en el grupo Dadá de Berlín, en Alemania. Mucho del trabajo dadaísta fue colectivo, así que varios miembros de este grupo reclaman la atribución de la palabra fotomontaje. La versión oficial es que cinco exponentes de Dadá trabajaron la nueva forma de montaje fotográfico entre 1916 y 1918: John Heartfield, George Grosz, Hannah Höch, Raoul Hausmann y Johannes Baader.
Este grupo de artistas dadaístas berlineses buscaba nuevas formas de expresión, una que tuviera más significado que la abstracción pero que no fuera el uso de formas tradicionales de pintura y que fuera distinto del collage cubista. El principio del fotomontaje y del collage es el mismo: la superposición o el enlace de varias imágenes opuestas dentro de un mismo plano. El fotomontaje es la manipulación de la realidad a través de la fotografía. Para los dadaístas, las fotografías o fragmentos fotográficos se convirtieron en los principales materiales que estructuraban sus obras. Pegaban fotografías junto a recortes de periódicos y revistas, tipografías y dibujos para formar imágenes caóticas y provocadoras por su brutal desmembramiento de la realidad.
Muchos de los primeros montajes de Dadá se usaron como portadas e ilustraciones de revistas y manifiestos del movimiento. A partir de estos experimentos iniciales, las mayores figuras del fotomontaje Dadá emergieron con estilos y propósitos diversos.

En el ámbito del constructivismo ruso, Alexander Rodchenko y El Lissitzky realizan creaciones pseudo-fotográficas. También hacen fotomontajes Gustav Klutsis y Serguéi Senkin. Rodchenko hizo una serie de fotomontajes para ilustrar el poema de Maiakovski “Sobre esto”, de 1923. Muchos de los fotomontajes rusos se destinaron a transmitir un mensaje político y renovador a través de la prensa escrita. Entre los rusos, esta forma de expresión fue bautizada con el nombre de "Poligrafía”, que implicaba la fusión entre fotografía, collage, diseño y tipografía, pasado todo ello por el tamiz de la fotomecánica.
Los constructivistas rusos, al igual que los dadaístas berlineses sentían la necesidad de alejarse de las limitaciones de la abstracción, sin tener que volver por ello a la pintura figurativa.

Max Ernst fue de los primeros artistas en explorar el poder desorientador de las imágenes fotográficas combinadas, así como las posibilidades de realizar transformaciones maravillosas de objetos, cuerpos y paisajes. Las obras de Ernst anuncian el surrealismo. También trabajaron en este sentido artistas como Man Ray, René Magritte y Albert Valentin. Los surrealistas André Bretón y Paul Éluard apreciaron el fotomontaje porque les permitía mostrar el mundo desde una perspectiva simbólica.


3. PROPUESTAS Y USOS DEL FOTOMONTAJE

Desde 1923 hasta entrada la década de 1930, los usos del fotomontaje se extendieron rápidamente al campo de la publicidad y de la propaganda política: carteles, portadas de libros, postales, ilustraciones de revistas y libros. La combinación de fotomontaje y las nuevas técnicas tipográficas se materializó en diseños audaces, simples y llamativos. El fotomontaje político tiene un efecto poderoso porque los objetos que muestra son reales.

En los años que precedieron al estallido de la Segunda Guerra Mundial, el fotomontaje fue cada vez más utilizado por todas las fuerzas políticas de Europa y Rusia. Durante la Guerra Civil Española, tanto el bando franquista como el republicano realizaron carteles con montajes fotográficos y en la Italia fascista de Mussolini también se recurrió de manera generalizada al fotomontaje. Sin embargo, el fotomontaje está más relacionado con la izquierda política. En la Unión Soviética se usó intensivamente enfocándose a la tarea de informar y persuadir al pueblo.

Uno de los más importantes “fotomontadores” de la izquierda política durante estos años fue el dadaísta John Heartfield, quien hizo obras contra la República de Weimar y luego para registrar el terrible ascenso del fascismo y la dictadura de Hitler.

Hacia la segunda mitad del siglo XX hubo un renacimiento del fotomontaje. Varios de los artistas relacionados con el Pop Art usaban fotografías de revistas y texto para mostrar sus propuestas. En esta época, en respuesta al incremento en la popularidad del arte, los publicistas empezaron a producir fotomontajes, una línea que continúa hasta nuestros días.

El siguiente gran renacimiento del fotomontaje en Europa está conectado con los movimientos antinucleares de la década de los ochenta. Mucha de la imaginería de esta época fue diseñada para usarse en manifestaciones, sobre todo aprovechando sus posibilidades como medio gráfico de comunicación.

En el terreno de la publicidad es donde quizá el fotomontaje resulta más familiar actualmente. A partir de esta técnica se crean gran cantidad de imágenes de extrañas y maravillosas realidades.


4. PROPUESTA PERSONAL Y SINTONIAS CON LAS VANGUARDIAS

Mi propuesta de trabajo es la realización de tres imágenes, utilizando la estética del fotomontaje dadaísta y constructivista. Formato afiche o cartel, con mensajes de crítica social, que pueden ser distribuidos tanto en espacios públicos y cerrados.

La temática, esta puede resultar repetitiva o cliché, pero es de permanente inquietud en nuestra sociedad. La intención es hacer crítica desde lo personal en contra de tres actores sociales que asfixian la vida de las personas: “La trampa del descuento” como se tienta a comprar mucho más de lo necesario a través de descuentos que siempre son irreales, el consumismo y el estado de endeudamiento de las personas; “¿Quién nos gobierna?” habla del gobierno y su ineptitud para solucionar problemas sociales como la seguridad, mejorar el sueldo mínimo, educación privada, la excusa del terremoto y por último “¿Dios está aquí?” alude a la iglesia católica y sus abusos y su doble estándar moral.

La forma o técnica utilizada, es indudablemente digital, pero se ha recreado de alguna manera la técnica tradicional realizada por los vanguardistas: recorte y pegoteo de imágenes para formar una nueva imagen con un determinado mensaje. Los trozos de recortes son sacados de diarios y revistas y posteriormente digitalizados. Hay imágenes digitales y fotografías personales. Se redactaron mensajes llamativos, que pretenden despertar el interés del público.
Se explota la estética de dejar muy evidente las uniones, las marcas de la tijera, el recorte. Se podría haber trabajado con herramientas digitales este proceso y borrar o eliminar el “tijereteo”, pero eso significa montaje digital, lo que es la evolución del fotomontaje, pero no su origen. Se pretende en las tres imágenes presentadas recrear la estética de los fotomontajes dadaístas y constructivistas.

Sintonías y diferencias con los montajes de las vanguardias. Sabemos que los trabajos de fotomontaje eran herramientas políticas, al servicio de un determinado régimen, o sea, eran herramientas del sistema. En este trabajo hay una clara divergencia con ese espíritu original, con la “misma técnica” se critica el sistema, se llama a estar atentos contra los abusos cometidos por el poder, por la cúpula dominante. Como sintonía podría mencionarse la intención de llamar la atención de la gente, de tratar de movilizar masas, de usar esta técnica como una herramienta o medio de comunicación.

Afiche 1

Afiche 2

Afiche 3